MAUTHAUSEN, Memorias compartidas
Sala de exposiciones del Centro Sefarad-Israel. Calle Mayor, 69. Madrid, desde el 18 de enero al 17 de Junio de 2023.
El régimen nacionalsocialista que gobernó Alemania entre 1933 y 1945 exterminó a cerca de diez millones de personas, entre ella seis millones de judíos.
Este genocidio es conocido como Holocausto, Shoá en la tradición judía. También fueron objetivo de la masacre otros grupos considerados como enemigos del Tercer Reich alemán, entre ellos personas gitanas; miembros del colectivo LGTBI, Testigos de Jehová, “asociales” y opositores políticos.
La historia de judíos y republicanos españoles se entrecruzó en los campos de concentración nazi donde iniciaron un camino paralelo bajo la opresión a la que fueron sometidos.
Adicionalmente, entre los adversarios políticos del nazismo se encontraban los republicanos españoles, exiliados en Francia tras la victoria del ejército en la Guerra Civil.
El campo de concentración de Mauthausen, ubicado en Austria, se convirtió en el símbolo del destino final de la mayor parte de los republicanos españoles.
De los cerca de 10.000 deportados españoles, alrededor de 7.500 lo fueron a Mauthausen. Por su parte, la mayoría de los judíos deportados a Mauthausen lo fueron en 1944, procedente de Hungría y en 1945, trasladados desde el campo de Auschwitz-Birkenau, tras las terribles Marchas de la Muerte.
El Centro Sefarad-Israel organiza esta muestra con el objetivo de dar a conocer y reflexionar sobre la trayectoria compartida por los republicanos españoles y los judíos que fueron internados en el campo de concentración de Mauthausen.
La exposición pretende, además, contribuir a la construcción de la memoria de los acontecimientos vinculados a la deportación y rescatar del olvido y homenajear a las personas que la sufrieron.
Organizada por
Centro Sefarad-Israel y Secretaria de Estado de Memoria Democrática, Ministerio de la Presidencia, Relaciones con las Cortes y Memoria Democrática.
Con la colaboración
Comunidad de Madrid y Ayuntamiento de Madrid.
Y el apoyo de
Embajada de Alemania Foro Cultural de Austria; Embajada de Polonia; Ministerio de Asuntos Exteriores; Unión Europea y Cooperación y Amical de Mauthausen y otros campos y de todas las víctimas del nazismo.
Comisario y Documentación
Josep Calvet
La Ruta hacia los Campos de la Muerte
El estallido de la Segunda Guerra Mundial en septiembre de 1939, cambió el curso de los acontecimientos.
La invasión del territorio francés por parte del ejército alemán en junio de 1940 provocó que las Compañías de Trabajadores quedaran atrapados en el frente y la mayoría de sus integrantes murieran en los combates o fueran detenidos.
Unos 12.000 republicanos fueron trasladados a los frontstalags, campos de tránsito para los prisioneros situados en Francia, o a los stalags, campos de prisioneros ubicados en los territorios del Tercer Reich alemán.
Un camino que tarde o temprano conducía a la deportación a los campos de concentración.
El gobierno español no protegió a estas personas y la pérdida de su condición de prisioneros de guerra facilito su posterior deportación.
La persecución de los judíos en Europa
La llegada al poder de Adolf Hitler en Alemania institucionalizó la persecución contra el pueblo judío.
Desde entonces se promulgó una amplia normativa, perfectamente planificada y sustentada legalmente, con el objetivo de apartar a los judíos de todos los ámbitos de la sociedad.
Las Leyes de Nüremberg de 1935 les relegaron a una situación legal inferior y los ataques de la Noche delos Cristales Rotos, en noviembre de 1938, incorporaron la violencia contra las personas judías y sus propiedades,
Con el estallido de la Segunda Guerra Mundial, el acoso se trasladó a los paises ocupados materializado de diferentes formas: concentración, guetos, asesinatos por comandos móviles, campos de concentración y campos de exterminio.
En enero de 1942, en la Conferencia de Wannsee los dirigentes nazis acordaron ejecutar la llamada “Solución Final” para aniquilar a los judíos europeos.
El Exilio. Los Campos de Concenración franceses
Entre los meses de enero y febrero de 1939, cerca de medio millón de personas cruzaron los Pirineos camino del exilio ante el inminente triunfo de las tropas franquistas en la Guerra Civil.
El gobierno francés improvisó su acogida en campos de prisioneros bajo unas condiciones de vida inhumanas. Muchos fallecieron por desnutrición o tras contraer enfermedades.
Presionados por las autoridades francesas, un contingente numeroso regreso a España, mientras que otros consiguieron emigrar a un tercer país o encontrar un trabajo.
El resto optó, por alistarse al ejército francés en la Legión Extranjera, en los Regimientos de Marcha de Voluntarios Extranjeros o en las Compañias de Trabajadores Extranjeros.
Unos 60.000 españoles formaron parte de estas compañías que fueron destinadas al norte de Francia para trabajar en la fortificacion de la frontera y en la construcción de infraestructuras.
La Europa de los años 30. El auge de los Totalitarismos
Los años treinta del siglo XX fueron especialmente convulsos en Europa. La crisis económica e identitaria facilitó el arraigo de movimientos populistas.
La derrota alemana en la Primera Guerra Mundial fue interpretada como una humillación y el país quedo sumido en una crisis general que propició la llegada al poder en el año 1933 del nacional-socialismo liderado por Adolfo Hitler.
Un movimiento que enarbola su anti-judaísmo, su anti-comunismo y su pangermanismo.
En España, el golpe de estado de una parte del ejército contra el gobierno de la Segunda República condujo en 1936 a una guerra civil que acabó con el triunfo de las tropas sublevadas lideradas por el General Francisco Franco que había contado con el apoyo de Italia y Alemania.
Las autoridades franquistas admiraban y mantenían una estrecha relación con la Alemania nazi aunque España adoptó una posición oficial de “no beligerancia” y “neutralidad” en la segunda Guerra Mundial.
Francesc Boix (Barcelona 1920 – 1951 Paris). Conocido como el fotógrafo de Mauthausen es el autor de las imágenes más difundidas del campo.
Boix fue deportado en abril de 1941 y destinado al servicio de identificación del campo que se ocupaba de efectuar los retratos policiales y el reconocimiento de los prisioneros.
Allí también trabajaron otros dos españoles, Antonio García Alonso y José Cereceda Hijes.
Boix retrató la vida diaria del campo con su cámara.
Consiguió esconder numerosos negativos que, posteriormente, junto con su declaración, sirvieron como prueba condenatoria contra los dirigentes nazis encausados en los Juicios de Nüremberg y Dachau celebrados durante los años 1945 y 1946.
Mauthausen: el Infierno
El sistema concentracionario nazi.
La voluntad programada del nazismo de reprimir a sus enemigos comportó la creación de un vasto universo concentracionario.
Primero en Alemania y después en los paises ocupados por el Tercer Reich.
Sus objetivos eran la explotación de los prisioneros como mano de obra y el exterminio de los más indeseables.
Semanas después de la llegada al poder de Hitler se habilitó el primer campo: Dachau.
Y en 1039, después de la anexión de Austria, se dispuso el campo de Mauthausen.
Tras el estallido de la guerra mundial y la ocupación de buena parte de Europa por parte del ejército nazi, el número de campos se incrementó hasta llegar a una veintena de grandes campos seis centros de exterminio y unos 1.200 anexos o comandos.
Junto a otros instrumentos represivos llegaron a crearse cerca de 2.000 establecimientos.
Mauthausen
Situado cerca de la ciudad austríaca de Linz, en una colina sobre el Danubio.
El campo de concentración de Mauthausen fue clasificado por las autoridades alemanas como un campo de tercera categoría, la más dura, destinado a las personas a las que se consideraba irrecuperables.
Los primeros prisioneros del nazismo llegaron allí en el verano de 1938 y el primer convoy de republicanos lo hizo en agosto de 1940.
Los traslados se acostumbraban a realizar en tren hacinando a los prisioneros en vagones de ganado.
Mauthausen fue un campo de trabajo, pero disponía de cámaras de gas, sala de ejecuciones y hornos crematorios.
…cuando el intérprete…al final de su ilustración explicativa nos dijo. “De aquí solo existe un medio para salir…la chimenea”. Tardé algún tiempo en comprender que la chimenea a que se refería era precisamente la de los hornos crematorios. Triste y brutal perspectiva. Aquella chimenea no dejo de echar humo hasta unas horas después de aquella en que fuimos liberados.
Extracto de la memorias de Eliseu Villalba publicadas por Rosa Toran (20221).”Eliseu Villalba superviviente de Mauthausen”. Madrid, el Viejo Topo. Pag 116.
Eliseu Villalba Nebot
(Barcelona 1905 – 1079). Combatió en el ejército republicano durante la Guerra Civil.
En febrero de 1030 cruzó la frontera francesa. Tras su paso por varios campos de prisioneros y una compañía de trabajadores extranjeros fue capturado por ls tropas alemanas.
Llegó al campo de concentración de Mauthausen en diciembre de 1941.
Más tarde fue destinado al comando Steyr-Münichholz y el campo de Gusen. En 1949 regresó a España.
Trabajo incansablemente para conseguir indemnizaciones del gobierno alemán y fue uno de los fundadores de la Amical de Mauthausen y otros campos.
La Deshumanizacion
La deshumanización de los prisioneros fue uno de los objetivos del sistema concentracionario nazi.
Al llegar al campo, estos perdían su identidad para pasar a ser tan solo un número de su matrícula.
Se les identificaba con triángulos invertidos de tela que se cosían en la parte izquierda del uniforme de rayas blancas y azules.
Los colores del triángulo venían determinados por los delitos de los prisioneros. En Mauthausen los republicanos a pesar de ser considerados como refugiados políticos a quienes se asignaba el triángulo rojo, fueron identificados con un triángulo azul, que les distinguía como apátridas y se añadió la “letra S” que les identificaba como españoles.
Los judios lo fueron con la estrella de David. El número de matrícula se colocaba debajo del triángulo en cifras de color negro sobre fondo blanco.
El exterminio mediante el trabajo
Las condiciones de vida en Mauthausen eran extremas con falta de atención médica, desnutrición, escasez de ropa de abrigo y un régimen disciplinario feroz bajo la esclavitud laboral.
Los prisioneros trabajaban una media de doce horas en la cantera de granito Wiener Graben.
Miles de deportados fallecieron por accidentes o debido a la violencia de los SS.
Otros deportados fueron ocupados en las obras efectuadas en el recinto: la construcción de los garajes, las viviendas de los SS, la cárcel, la cámara de gas o las cocinas.
«Acabada la jornada de trabajo teníamos que subir los ciento ochenta y seis peldaños de la dichosa escalera cargados con una gran pieza sobre nuestros hombros, que luego se usaba para empedrar el campo…
¡Pobre del que fuera cogido con una piedra pequeña!.
Era castigado a subir las escaleras con otra claramente superior a lo que sus fuerzas podían soportar».
Testimonio de Enrique Calerrada Quijarro.
2022 «Sobrevivir a Mauthausen-Gusen». Barcelona. Penguin Random House. Página 155
Enrique Calcerada Quijarro
Madrid 1918 – 2004 Barbazan-Debat Framcia. Combatió como voluntario en las Milicias Populares durante la Guerra Civil.
En la primavera de 1940 fue detenido por el ejército alemán y deportado al campo de concentración de Mauthausen donde permaneció un total de 43 meses.
Tras la liberación estuvo hospitalizado durante casi dos años en Austria
Luego se instaló en Francia.
Años después, fiel al juramento que hicieron los supervivientes del campo de Gusen de contar el horror vivido, escribió un libro sobre sus vivencias como deportado.
GUSEN, el campo de la muerte
Mauthausen era el campo central del que dependían otros campos y numerosos comandos de trabajo.
A cuatro km de Mauthausen se habilitó el campo de Gusen. El régimen disciplinario era menos duro pero las condiciones de vida eran mucho peor que las sufridas en Mauthausen.
Allí se explotaba otra cantera y para la mayoría de los deportados el traslado a Gusen representó su sentencia definitiva de muerte.
Llegaron extremadamente débiles y as condiciones del trabajo provocaron su fallecimiento a las pocas semanas.
La mayoría de los presos solo aguantaba tres o cuatro meses con vida.
Cuando el agotamiento se apoderaba de los prisioneros, se los trasladaba a la barraca de los inválidos.
Allí…les daban la mitad de la ración, con lo cual la muerte llegaba antes…
Muchos no podían con tal sufrimiento y acababan lanzándose contra las alambradas electrificadas para poner fin a su vida.
Testimonio de Pascual Castejón Aznar, reproducido en su libro. “Memoria en carne viva” (2008). Castelldefels, edición de M.S. Castejón. Pág. 61/62
Pascual Castejón Aznar. Calanda, Teruel, 1914 – 2005
Militante anarquista pasó a Francia tras luchar en la Guerra Civil.
Trabajó en la línea Maginot y fue deportado a Mauthausen en marzo de 1941.
Más tarde pasó al campo de Gusen y en noviembre de 1942 fue trasladado al campo de Dachau del que fue liberado por las tropas aliadas el 29 de Abril de 1945.
Tras la liberación se estableció en Francia y colaboró asiduamente en la revista Hispania editada por la Federación Española de Deportados e Internados Políticos (FEDIP).
Los Comandos de Trabajo
Mientras la guerra avanzaba otros comandos se instalaron en industrias que fabricaban materiales para el ejército alemán, entre ellos la Steyr-Daimler-Puch y la Messerschmitt.
En Egensee los prisioneros construyeron túneles para proteger de los bombardeos aliados la fabricación de los cohetes V2, utilizados por la aviación alemana.
Por otra parte en el castillo de Hartheim se realizaron experimentos médicos y se habilitaron hornos crematorios y cámaras de gas para gasear a miles de prisioneros. Entre ellos medio millar de españoles.
“Allí llegabas tú, para que te inyectara, como castigo o como experimento a ver cuánto tiempo resistías…A algunos les daba convulsiones a otros se los llevaban a rastras…Seis sábados consecutivos me inyectaron al lado del corazón. Nos cogieron de a 30, solo 7 logramos sobrevivir a los pinchazos. Entonces no me importaba mucho morir, no tenía familia ni nada…”
Declaraciones de Marcelino Bilbao recogidas por Montserrat Llor (2014), “Vivos en el averno nazi”, Barcelona, Crítica, pág. 85.
Joan de Diego
El Secretario de Mauthausen. Barcelona 1915 – 2003.
Fue deportado a Mauthausen en agosto de 1940.
Tras trabajar en la cantera, fue seleccionado para formar parte de la secretaría del campo llegando a ser el tercer secretario de esta.
De Diego participaba en las adjudicaciones de los comandos de trabajo. Confeccionaba las listas de la enfermería y la relación de fallecidos.
Su privilegiada posición le permitió conocer los entresijos de la mecánica asesina ejecutada en Mauthausen.
Tras la liberación se instaló en Francia y elaboró una lista con las identidades de los españoles fallecidos en el campo.
Su testimonio fue crucial en los juicios contra los jefes nazis, entre ellos el que enjuició al médico responsable de la práctica de la eutanasia en el castillo de Hartheim.
Los experimentos médicos
Además de realizar trabajos forzados, los prisioneros estaban expuestos a experiencias médicas cuyos resultados se destinaban a organismos del ejército y a laboratorios privados.
En Mauthausen fueron habituales las inyecciones en zona cardíaca que provocaban dolores y parálisis.
También se experimentó sobre una dieta basada en papilla para evitar el consumo de proteínas.
El castillo de Hartheim fue usado por las SS para su programa de eutanasia y posteriormente para gasear a los presos más débiles del campo de Mauthausen.
Los Judíos de Mauthausen
Cerca de 50.000 judíos fueron deportados a Mauthausen.
El primer grupo llego al campo en 1941 procedente de Holanda y en 1943 los hizo otro contingente.
En 1944, Mauthausen recibió 15-000 deportados desde Hungría previamente confinados en campos situados a lo largo de la frontera austrohúngara y en 1945 a numerosos grupos de judíos procedentes del campo de Auschwitz.
Tanto en el campo central como en los sub-campos y comandos, los judíos sufrieron peores condiciones y un trato más cruel por parte de los SS que el otorgado a los demás prisioneros, sus posibilidades de sobrevivir fueron las más bajas.
El combate por la Libertad
Algunos españoles lograron introducirse en la compleja estructura organizativa de Mauthausen: oficina de administración, interpretes fotógrafos…
A nivel político se constituyeron organizaciones de resistencia entre las que sobresalían por su solidez la comunista y la anarquista.
En 1944 se organizó el llamado Comité Internacional con la activa participación de los republicanos españoles.
También se constituyó, por iniciativa de prisioneros españoles, el Aparato Militar Internacional AMI, se crearon grupos de autodefensa y se preparó un plan para ocupar el campo. La desorganización en los días previos a la liberación permitió el robo de armas y que el AMI y el Comité Internacional tomaran el control del campo.
La Liberación
El 5 de Mayo de 1945, militares de la 11 División Acorazada del Ejército de los Estados Unidos llegaron a Mauthausen, el último campo del Tercer Reich en ser liberado.
Durante las semanas anteriores habían sido deportadas miles de personas procedentes de otros campos mientras se intensificaban los asesinatos y los SS comenzaban a abandonar el campo.
Los nazis trataron de deshacerse de todas las evidencias. Entre el 5 y el 7 de mayo cerca de 80.000 deportados fueron liberados en Mauthausen y en sus campos auxiliares.
Los Supervivientes se organizaron por nacionalidades preparando su repatriación.
“…dos tanques americanos, procedentes de la 11 División Acorazada entraron majestuosamente por el gran arco que presidia Mauthausen. Aunque venían de liberar otros campos de concentración, el pavor que expresaban sus caras, en las que vimos reflejado, como en un espejo, el horror que habíamos vivido, mostraba que jamás habían sido testigos de algo ni remotamente similar, Ane sus ojos desfilaban una sórdida procesión de hombres diezmados por años de sufrimientos que se agolpaban ante ellos, chillando unos, sollozando sin consuelo otros…”
Testimonio de Alfonso Maeso recogido en Ignacio Mata Maeso (2007), Mauthausen. “Memorias de un Republicano Español en el Holocausto”. Barcelona ediciones B. pág. 105-106.
Arolsen Archives
En la ciudad alemana de Bad Arolsen se encuentra el Centro Internacional sobre la Persecución Nazi, el archivo más completo del mundo sobre las víctimas y sobrevivientes del nacionalsocialismo.
Allí se custodian millones de documentos sobre internados en campos de concentración y prisioneros, así como sobre personas sometidas a trabajos forzosos y desplazados.
Artur London
Ostrava 1915 – 1986 Paris
Miembro de una familia judía, lucho en las brigadas Internacionales. En 1940 se integró en la resistencia francesa y tras ser detenido fue deportado al campo de concentración de Mauthausen. Allí participó de manera activa en los movimientos de resistencia, En 1949 fue nombrado Ministro de Asuntos Exteriores de Checoeslovaquia. En 1952 fue uno de los 14 acusados, 11 de ellos judíos, en el llamado Proceso de Praga, instigado por Stalin, donde fue condenado a cadena perpetua y años después fue rehabilitado. Escribió “La Confesión”, una obra donde marra su detención durante la purga estalinista y que fue llevada al cine por Costa-Gavras con guion de Jorge Semprún. London estuvo casado con otra brigadista, Elisabeth Ricol (1916 – 2012). Ricol, hija de padres españoles originarios de Teruel, fue deportada a los campos de Ravensbrück y Buchenwald.
Judíos y Republicanos, Vivencias Compartidas
La historia de judíos y republicanos coincide en el campo de concentración de Mauthausen donde iniciaron una trayectoria compartida bajo la opresión y la aniquilación a la que fueron sometidos.
Los Judíos Sefarditas
Grecia acogía una importante comunidad judía de origen sefardita que conservaba el idioma ladino. En el momento de la ocupación alemana, en abril de 1941, alrededor de 50.000 judíos vivian en la ciudad de Salónica.
En 1943 comenzaron las deportaciones a Auschwitz y la comunidad fue prácticamente exterminada en los campos de concentración nazis.
Moshé Haelion
Salónica, 1925 – 2022 Bat Yam, Israel.
Tras la ocupación de Grecia por el ejército alemán su familia fue enviada al gueto establecido en Salónica.
En 1943 fueron deportados al campo de concentración de Auschwitz donde fallecieron su madre y su hermana.
En enero de 1945, tras la evacuación del campo, Moshé llegó a Mauthausen en una “marcha de la muerte”.
Luego fue trasferido a otros campos de concentración hasta su liberación.
Tiempo después se estableció en el entonces Mandato Británico de Palestina integrándose en la Haganá que luchaba por la independencia de Israel.
Dedicó buena parte de su vida a mantener viva la memoria de los deportados y el legado de los judíos griegos.
Nuestro Blog ha obtenido ms de Un millon de lecturas: http://onlybook.es/blog/nuestro-blog-ha-superado-el-millon-de-lecturas/
Todavia hay negacionistas de este horror!!!!@
si, pero ante las evidencias….