Brunelleschi y la cúpula de Florencia

La historia de la cúpula de Filippo Brunelleschi

Se considera a Giorgio Vasari (1511 – 1574) como el primer historiador del arte italiano.

Acuñó el término Renacimiento (rinascita) en su enciclopedia, señalando ese período como la renovación (renacimiento) de las artes y las ciencias.

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El Renacimiento fue un amplio movimiento cultural que nació en Europa Occidental durante los siglos XV y XVI.

Gracias a que Vasari incluye a Brunelleschi en su obra “Vida de los mejores arquitectos, pintores y escultores italianos 1542–1550” (Vite de’ più eccellenti architetti, pittori, et scultori italiani, da Cimabue insino a’ tempi nostri) sabemos que Brunelleschi fue arquitecto, escultor y orfebre, un hombre que se nutrió y engrandeció el Renacimiento Italiano.

El Renacimiento tuvo en Florencia su epicentro, fue la “Nueva Roma” que se engrandeció culturalmente en torno a la familia de los Medici, quienes entre otros, también protegieron a Bruneleschi, y uno de sus protectores y amigo fue Cosme de Medici (1388 – 1464).

Desde Florencia se lanzó la concepción del hombre con su mundo, recuperando los valores originales de la cultura grecolatina, luego de 3 siglos de dogmatismo medieval, un estilo al que se lo llamó primero “Bárbaro y después Gótico”.

Si seguimos indagando sobre el nombre Renacimiento, veremos que en el siglo XIX lo recupera el escritor y erudito francés Jules Michelet (1798 – 1874), lo hace en su obra “Renaissance et Réforme”, publicada en 1855.

Ese nombre lo utiliza para denominar un período histórico desde  el descubrimiento de América hasta Galileo Galilei (1564 – 1642).

La Cúpula de la Catedral de Florencia

Volviendo a Filippo Brunelleschi (Filippo di Ser Brunellesco Lapi 1377 – 1446), vemos cuales fueron sus contemporáneos, con quienes compartía los saberes, por ejemplo Lorenzo Ghiberti (nacido como Lorenzo di Bartolo 1378 – 1455) escultor, orfebre, arquitecto y escritor de arte italiano del “Quattrocento”. Su enorme fama provenía de su ejecución de las puertas de bronce del baptisterio de Florencia, que Miguel Ángel (Michelangelo di Lodovico Buonarroti Simoni 1475 – 1564) llamó “La Puerta del Paraíso». 

Otro contemporáneo de Brunelleschi fue Leon Battista Alberti (1404 – 1472) arquitecto, matemático, tratadista, poeta, lingüista, filósofo, músico, representa en sí mismo como humanista polifacético la esencia humana del renacimiento.

Brunelleschi también destacó, pero fue famoso, sobre todo, por su trabajo en la cúpula de la Catedral de Florencia llamada “Il Duomo”.

Sus profundos conocimientos matemáticos y su entusiasmo por esta ciencia le facilitaron el camino en la arquitectura, además de llevarlo a la invención de la “perspectiva cónica”, una representación muy real, resultado de ver un objeto a través de su proyección sobre un plano que pasa por un punto, lo utilizaron entre otros  Leonardo da Vinci (1452 – 1519) y Piero della Francesca (1415 – 1492).

La Catedral y la Cúpula de Santa María del Fiore

Mirando y tomando de ejemplo el Panteón de Roma (como se hace aún hoy), varias ciudades quisieron construir una catedral emblemática.

Y quisieron construir una cúpula grandiosa, entendían la cúpula como una bóveda construida sobre plantas circulares, poligonales o elípticas, desde la antigüedad representaban la bóveda del cielo, denotaba autoridad.

En 1296 Arnolfo di Cambio comenzó a levantar la nueva catedral de Florencia, y tras su muerte la continuó y modificó Andrea Pizano.

Es en 1315 cuando se termina el tambor que soportaría la cúpula, medía 13 metros de alto, su diámetro externo era de 54,80 y el interno de 45.40 metros.

Pero faltaba la cúpula, porque nadie sabía cómo ejecutarla.

Su historia

En 1401, con 23 años Bruneleschi fue finalista junto a Lorenzo Ghiberti (1378 – 1455) por las puertas del Baptisterio de Florencia, al perder Bruneleschi se sintió tan decepcionado que se retiró a Roma.

En 1418, los cónsules del gremio de tejedores de lana anunciaron que sufragarían el coste de construir una cúpula que evitara que la lluvia y el sol entraban en la catedral gótica inacabada. No se había cubierto porque debía edificarse a 55 metros de altura, y con las técnicas conocidas del medioevo, era imposible colocar cimbra de madera en una cúpula tan alta y ancha, no era técnicamente factible.

Luego de 17 años Bruneleschi y Ghiberti vuelven a enfrentarse,

Había que inventar un sistema nuevo, entonces es cuando Brunelleschi anunció que sabía cómo utilizar un sistema que permitiría cerrar la cúpula a medida que se ascendía.

Trabajar sin andamiaje en el suelo, era una noticia importantísima por el gran ahorro de madera y de mano de obra.

Es famosa la anécdota, de Bruneleschi, que para protegerlo no deseaba decir como era su invento, pero debe decir algo a Medici.

Bruneleschi le da un huevo, y le pide que lo deje en píe, pero ponga como se lo ponga el huevo se caía, es entonces cuando Bruneleschi lo aprieta contra la mesa y rompe una parte del huevo, que así se sostiene sobre los bordes nuevos que crea la rotura.

Ese era su invento, su genial invención.

Es en 1418 que se le encarga a Brunelleschi el cierre del Duomo.

Durante 5 años colabora su gran rival Ghiberti, pero luego continuara solo como director de obras.

Como siempre, un invento, es la concatenación de varios inventos.

-Un montacargas tirado por bueyes (no por hombres).

-La marcha inversa para descender el montacargas cambiando los engranajes

-Colocación de ladrillos en forma de “espina de pez”, primero los ladrillos verticales y luego los horizontales uniendo los 8 muros del tambor.

-Ocho espigones o castillos de ladrillos en las aristas del octógono y otros dos en cada paño formaban el armazón que se iba tramando horizontalmente a medida que se avanzaba en altura.

El gran secreto de Bruneleschi fue que a pesar de “parecer” una cúpula de 8 lados, un octógono, la construcción es de una “espiral continua” y eso lo permitió el concepto genial de espina de pez, son varias partes que están vinculadas entre sí.

El peso enorme de la cúpula se distribuye a través de los muros, en forma solidaria.

Una cúpula semiesférica en el interior y apuntada en el exterior, que está coronada por una linterna que ilumina el interior, sin dejar un óculo como en el Panteón Romano. Esa linterna o “cupulín” se colocaba sobre la linterna de otra cúpula mayor.

Los nervios blancos de la cúpula llevan al punto de fuga en el centro del cupulín y contrastan con el ladrillo rojo, creando la policromía

Su cúpula, una genialidad, dominó todo el paisaje urbano de Florencia.

“Tal y como quiso Bruneleschi, cubre con su sombra toda Florencia”

El 25 de marzo de 1436, día de la Anunciación, el papa Eugenio IV consagró la cúpula de la catedral de Florencia, de la iglesia más grandiosa y bella de la Toscana.

Fue concluida 56 años antes del descubrimiento de América. Diez años más tarde, en 1446, se puso la piedra angular de la linterna de mármol que Brunelleschi diseñó para coronar su obra maestra.

4 comentarios sobre “Brunelleschi y la cúpula de Florencia”

  1. Hermoso artículo de la Cúpula muy interesante.
    Gracias por todos tu relatos.
    Florencia es una de mis ciudades preferidas de Italia.
    Un abrazo !

  2. Muchas gracias Hugo querido !!!! Es una maravilla con que claridad desarrollaste este excelente relato sobre está majestuosa e impactante cúpula Felicitaciones Hugo !!!!!

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