Plaza de Mayo de Buenos Aires

“Los recuerdos de nuestra memoria”

Monumento como una impronta, un referente del famoso mármol, brillo, y bronce de lo que significan los monumentos en la vida de la ciudad.

La palabra monumento procede del vocablo latino “monumentum”, del sufijo “mentum” y de la raíz “monere”. Nos lleva directamente a la palabra recordar.

Apela a un significado que nos advierte y que a la vez arma nuestra memoria, es un concepto que aplicamos a aquella obra que rinde un homenaje en un lugar público.

Un homenaje a algo o a alguien, y habla de cómo la sociedad interpreta los hechos o a personas relevantes de la historia o la cultura.

Es un diseño arquitectónico, que tiene además de un valor artístico, social e histórico, que nos remite a un elemento ceremonial.

Los monumentos no son solo históricos, a veces son privados, y casi siempre públicos, también lo son lugares de la naturaleza que muchas veces se transforman en santuarios, a veces son inscripciones, en cavernas, o constituyen grupos estructurales.

Su significado esta implícito en su contenido, en un sentido semántico, por lo que el monumento «lo es si quiere serlo, en su concepción debe estar imp0licito ese deseo».

Son referentes por su historia, y porque junto a las personas son parte indisoluble de la narración de esas historias, las comparten. Atendiendo a ese significado, en 1972 la Unesco ha considerado a ciertos monumentos como “Patrimonio Cultural”. 

Por diferentes motivos lo fueron y lo son el Taj Mahal en la India, la Torre Eiffel en Paris, la Gran Muralla China, El Panteón de Roma, El coliseo Romano, o la Plaza de Mayo, que es nuestra Plaza Mayor.

Resguardando el pasado, son portadores de un mensaje, nos lo recuerdan conservando y trasmitiendo ese mensaje. Son portadores de conocimiento y reconocimiento.

Muchas veces de contenido político y ético como las Rondas de las Madres y Abuelas de Plaza de Mayo, o dramáticos como el bombardeo e la Plaza en 1955, muchos eventos, grandes eventos ocurrieron en nuestra Plaza de Mayo.

Plaza de Mayo

No es una “Foto Fija”, al ser un monumento vivo y en permanente cambio. Es un sitio fundacional de Buenos Aires. Un espacio público de 24.000 m2.

La Plaza de Mayo es escenario de acontecimientos históricos, y de momentos que trajeron el festejo o la protesta popular.

El 23 de Mayo de 1854 se juró la Constitución del Estado de buenos Aires.

En 1860 se juró la Constitución de la Nación Argentina con Bartolomé Mitre.

En 1930 el presidente de facto José Felix Uriburu prestó juramento,

Allí sucedió el discurso de Perón del 17de Octubre de 1945, el bombardeo de 1955.

En 1974, Perón llamó “estúpidos imberbes” a los montoneros que se retiraron de la plaza,

Fue en la Plaza que el 30 de Abril 1977 comenzaron las rondas de las Madres y Abuelas de Plaza de Mayo.

El 2 de abril de 1982 el dictador y genocida Leopoldo Galtieri anunció la reconquista de las Islas Malvinas.

Fue en 1983 que se escuchó el discurso de Raúl Alfonsín, fue el regreso de la democracia.

En 1986, las fiestas populares por el Mundial de Futbol.

En 2001 la represión policial que culminó con la renuncia del presidente Fernando de la Rua y de su ministro de economía Domingo Cavallo.

En el 2005las cenizas de una de las fundadoras de Madres de Plaza de Mayo Azucena Villaflor se depositaron junto a la Pirámide de Mayo.

En el 2010, presenciamos los festejos del bicentenario.

Una Plaza pletórica de oficinistas y turistas que junto a la Plaza son testigos de nuestra historia.

Según las Leyes de Indias, en la ciudad de Buenos Aires, fundada por Juan de Garay en 1580 –a la que llamó “de La Trinidad”- se  establecía que alrededor de una plaza -la Plaza Mayor- debía construirse un Cabildo, una Iglesia (la Catedral) y un Fuerte sobre el Río de La Plata.

Hoy están todos los poderes, el político, el religioso, el económico y hace su presencia el poder militar en cada asonada o golpe militar, o cívico militar.

La Plaza de Mayo se arma y se define, cuando se demuele en 1884 la Recova Vieja, y se unen 2 plazas que estaban separadas, la Plazas de la Victoria (su nombre recuerda que allí en 1806 se venció a los ingleses) y la Plaza del Fuerte.

En 1802 la Recova se llamaba Recova de la Carne, servía para la venta de productos a los vecinos de la ciudad. Una ciudad que el censo de 1801 indica era de 40.000 habitantes, y cuando en 1884 se demuele la Recova era de 383.000 habitantes. Los vecinos se multiplicaron por 9.

Alrededor de la Plaza se encuentra el Cabildo Histórico, La Casa Rosada, La Catedral Metropolitana, el Edificio del Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires -hasta el año 2015 que se muda a Parque Patricios al edificio proyectado por los arquitectos Norman Foster y Edgardo Minond-, la Casa Central del Banco Nación del arquitecto Bustillo -que en 1857 y por 30 años fuera el primer edificio el teatro Colon-,  y la Casa Central de la Afip sobre Hipólito Yrigoyen proyectada en 1942 por los arquitectos  Fitte y Morelli.

La historia de la plaza de Mayo representa la historia social que la acompaño, creció, se transformó, se la mutiló, se la rodeó con rejas que  no pudieron evitar que se engrandezca de aportes y contenidos sociales.

Así fue siempre, hasta el día de hoy, así se diseñó su conjunto urbano y arquitectónico.

El Cabildo

En el edificio que llamamos Cabildo de Buenos aires funcionó el “Cabildo de la Ciudad de la Santísima Trinidad y Puerto de Nuestra Señora del Buen Ayre”.

En 1580 durante la segunda fundación de la ciudad de Buenos Aires, fue Cabildo Colonial, luego de la revolución de Mayo de 1810 que derrocó al virrey Baltazar Cisneros, se transformó en Junta de Gobierno hasta su disolución en 1821.

Tenía 11 arcos, la modernidad, lo mutiló y lo dejó con 5.

En 1889 debido a la apertura de la Avenida de Mayo, el arquitecto Juan Antonio Buschiazzo (Italia 1845 – 1917 Buenos Aires) como director del Departamento de Obras Públicas de la Municipalidad,ordenó que se demolieran 3 arcos del lado Norte, y de paso se demoliera la torre construida por el arquitecto, Ingeniero y Urbanista Pedro Benoit (Buenos Aires 1836 – 1897 Mar del Plata),y que dejaba deforme al edificio.

Es en 1931 cuando del presidente de facto José Felix Uriburu demuele los otros tres arcos del otro lado al abrirse la diagonal Julio A. Roca.

Se salvó varias veces de ser demolido, como cuando el Intendente José Guerrico en 1930 afirmó que “el vetusto edificio debería desaparecer cuanto antes pues así lo reclama el progreso de la ciudad”.

En 1608 era poco más que un rancho, con paredes de adobe y techo de paja, en el interior había un espacio para los “cabildantes” y otro que funcionaba como cárcel.

En 1610 la paja fue reemplazada por tejas.

En 1650 el Cabildo tenía balcón y torres de madera y barro.

En 1725 con los planos del Padre Jesuita Andrés Bianqui  adquiere su forma arquitectónica que culmina 27 años más tarde.

Cumplía funciones administrativas, municipales, judiciales, y de policía y estaba a la cabeza del Virreinato del Río de la Plata.

En 1933 lo salva de su destrucción la declaración de Monumento Histórico Nacional, Entre 1938 y 1948 fue reconstruido por el arquitecto Mario Buschiazzo (Buenos Aires 1902 – 1970 Ibíd.) que también había hecho lo propio con la Casa de Tucumán. .

La última etapa estuvo a cargo del arquitecto Alejandro Bustillo (Buenos Aires 1889 – 1982 Ibid) -el creador del Llao Llao y del Banco de La Nación Argentina, entre otras grandes obras- quien remodeló la Plazoleta del Cabildo y sumó superficie al edificio para construir la Comisión Nacional de Museos, Monumentos y Lugares Históricos.

La Catedral

La Catedral está en el mismo sitio que le destinó Juan de Garay en 1580.

El edificio definitivo se realizó en dos grandes etapas, la primera entre 1752 y 1791 que concluyó con el interior pero dejó la fachada a medio construir, y la segunda entre 1822 y 1852, durante la que se agregó el pórtico de acceso.

Bernardino Rivadavia decide “liberar a Buenos Aires de su pasado español”, y se plantea realizar una remodelación donde prime el diseño neoclásico.

En 1821 se remodela la fachada de la Catedral, con un pórtico “dodecastilo”, doce columnas de un orden corintio gigantesco,  proyecto de Antonio Masella, arquitecto italiano, que nace en Turin en 1700 y muere en Buenos Aires en 1774, Próspero Catelin, arquitecto e ingeniero francés (1764-1842) que como jefe de obras públicas también realizo la Junta de Representantes en la Manzana de las luces y el Cementerio de la Recoleta (que recuerda el famoso cementerio de Pére Lachaise de Paris).

La Casa Rosada

En 1594 el gobernador Fernando Ortiz de Zárate construye la “Real Fortaleza de Don Juan Baltasar de Austria”.

Era el fuerte de Buenos Aires que servía para defender Buenos Aires y para ser sede de las autoridades, allí estaban las habitaciones del Gobernador, de las Casas Reales así como depósitos.

Su objetivo inicial era el de evitar la toma de la ciudad por parte de piratas europeos, fundamentalmente de Inglaterra, Holanda, Francia, Dinamarca y Portugal, entre ellos estaba el famoso Francis Drake en 1577.

Plano de la ciudad realizado en 1708 por José Bermúdez,
donde se ve el fuerte
.

En 1667 se lo rebautiza como “San Miguel Arcángel del Buen Ayre” o “San Miguel de Buenos Aires”.

Estaba sobre las barrancas del Río de la Plata, a 100 metros del fuerte. Este tenía un foso y un puente levadizo sobre la plaza. Llegó a tener 5.000 m2.

Para este entonces el fuerte ya era inútil, el puerto se defendía naturalmente por sí solo, el río era de escasa profundidad y los bancos de arena obligaban a que los buques fondearan a kilómetros de la costa y era imposible el desembarco inmediato de sus tripulantes, en caso de que quisieran tomar la ciudad.

En 1882 el presidente Julio Argentino Roca ordena su demolición

Los edificios de gobierno (izquierda) y correos (derecha) antes de su unificación por el arquitecto Tamburini
Proyecto original de Tamburini para la ampliación de la Casa Rosada (1884)

Pasaron los virreyes y los distintos gobiernos nacionales. El abandono fue tal que llevó a su demolición y a construir la Aduana Nueva sobre los terrenos ganados al río.

Ésta se situó con frente al mencionado río, detrás del fuerte, y fue proyectada por el Arquitecto e Ingeniero británico Edward Taylor, (1801-1868), este Antropólogo se radicó en la Argentina en 1825.

La primera foto que se conoce de la Casa de Gobierno, tal como se la conoce hoy, 26 de octubre de 1898

Entre 1826 y 1827, Bernardino Rivadavia, siendo presidente de las Provincias Unidas del Río de la Plata, mandó cegar el foso y eliminar el puente levadizo.

En 1867 luego de una serie de incendios, el presidente Domingo Faustino Sarmiento al repararlo le agregó un balcón al primer piso y lo pinta de rosa.

Se lo empezó a llamar La Casa Rosada.

En 1873 Sarmiento contrata al Arquitecto e Ingeniero sueco Carlos Kihlberg (Suecia 1839 – 1908 Buenos Aires) para que construya el edificio de Correos y Telégrafos.

En 1882 el presidente Julio Argentino Roca le agrega a la antigua Casa de los Virreyes una fachada simétrica a la del nuevo edificio de Correos. Ambas construcciones estaban separadas por una calle.

El proyecto lo realiza el arquitecto sueco Enrique Aberg (1841 – 1922), que había llegado a la Argentina junto a Carlos Kihlberg.

Junto a Ernesto BungeJuan Antonio Buschiazzo, Juan Martín Burgos, Enrique Åberg, Juan Bautista Arnaldi, Ramón Giner, Joaquín Mariano Belgrano, José María Inurrigarro y Miguel Salvador de Estrada, forma el grupo de los primeros  arquitectos graduados.

Entrada de Honor sobre la calle Rivadavia, recién terminada hacia 1890

En 1885, el arquitecto Italiano Francisco Tamburini (Italia 1846 – 1890 Buenos Aires) cierra la calle y demoliendo lo que quedaba de la Casa de los Virreyes expande el edificio hacia el rio. Ubica la Entrada de Honor, y realiza el patio que es hoy el Patio de las Palmeras. Fue también responsable del  proyecto original del Teatro Colón de Buenos Aires (luego modificado por Vittorio Meano (Italia 1860 – 1904 Buenos Aires) que proyectara el Congreso Nacional y por Jules Dormal (Lieja 1846 – 1924 Buenos Aires).

La ampliación prosiguió por etapas, primero demoliendo parte del edificio de Correos construido por Sarmiento y unificando la cantidad de pisos de ambos edificios.

En 1890 se levantó la fachada posterior, y en 1894 se abrió la Plaza Colon al demolerse la Aduana de Taylor.

En 1910 el arquitecto francés Norbert Maillart construyó el Jardín de Invierno.

Las obras de demolición en 1938

En 1937, por iniciativa del presidente Agustín P. Justo, y siguiendo la opinión generalizada de los intelectuales de su época, se decidió su demolición completa para crear una perspectiva desde la Plaza de Mayo hacia el río, extendiendo la Avenida e mayo hasta Puerto Madero.

El siguiente presidente Roberto Marcelino Ortiz, suspendió las obras y reconstruyo la fachada demolida.

El 21 de mayo de 1942 fue declarada Monumento Histórico Nacional por decreto N.º 120412/42.

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