Joan Miró. «mujer rodeada de pájaros viendo el amanecer de una estrella.
Joan Miró
«Femme entourée d´oiseaux regardant le lever d´une étoile»
Mujer rodeada de pájaros viendo el amanecer de una estrella.
26 de Agosto de 1942. Acuarela, gouache, lápiz y pastel sobre papel, 78 x 56 cm.
colección particular (c) Sucesión Miró 2018
en deposito temporal Fundación MAPFRE.
Madrid
por Leyre Bozal Chamorro
Una de las cosas inherentes al arte de Miró es la continua transformación y metamorfosis de sus motivos así como de los materiales utilizados.
Los objetos y las ideas se transforman en signos y os signos en otros materiales y temas diferentes.
En la obra de Miró todo está en continuo movimiento, sufre continuas alteraciones.
Las transformaciones morfológicas que el artista plantea en las pinturas y dibujos de los años 1923-1924, son en buena parte responsables de la metamorfosis que caracterizarán a partir de entonces toda su obra en «Carnaval d´Arlequin» (1924-1925)
y en sus tres «Interiores holandeses» (1928)
se establecen ya los elementos que serán propios del universo mironiano: la estrella, la mujer, personajes extraños que habitan el espacio, el vuelo de un pájaro.
Pero si en aquellos se atisbaba una nitidez y una claridad en los elementos ubicados en un espacio determinado -al menos aparentemente-, poco a poco las referencias espacio-temporales, el contexto de la composición, se hace cada vez mas difuso y el «horror vacui» que caracterizaba a aquellos va poco a poco desapareciendo.
En la obra que nos ocupa, los motivos parecen estar flotando. El color se centra en la mujer, que con sus dientes afilados recuerda uno de los seres monstruosos que aparecen en la obra de Miró a partir de medidos de los años 1930, símbolo de la preocupación del artista por los acontecimientos bélicos que se desarrollaban en Europa.
Por otra parte los pájaros – que más bien parecen hombres que rodean a la mujer- tienen menos color, destacando en ellos el lápiz con el que han sido realizados.
La mujer rodeada por pájaros ya había aparecido en sus «Constelaciones» (1940-1941); y distintas variantes en torno a este tema surgirán a partir de ahora una y otra vez en su pintura.