Viaje al «Fin del Mundo»
Tierra del Fuego
En la primer parte de esta narración (http://onlybook.es/blog/viaje-al-fin-del-mundo-1a-parte/) mencioné que “mi relación con el sur del continente americano, comienza en Febrero de 1972 con un viaje realizado con mi amigo Edgardo Minond a bordo de un Citroën 2CV del año 1964, que continua con un viaje en el año 2016 y otro en el 2022”.
Mientras completo los datos y las narraciones de mis otros viajes, voy a intercalar el viaje en Citroën.
1972
En 1972 se realiza la Primera Gran Travesía Citroën, así denominó la fábrica de autos Citroën al programar un rally con un recorrido de 10.000 km desde Buenos Aires, a Tierra del Fuego, Santiago de Chile, Córdoba y regreso a Buenos Aires.
Con Edgardo formamos parte de un contingente de 202 Citroën, en el que había modelos de 2CV, 3CV, Meharis y Ami 8.
Las tripulaciones eran variopintas, familias, parejas, solitarios y solitarias, algunos acompañados de sus mascotas…
A nuestro Citroën 2CV de 425cc y 14 caballos, lo llamábamos “la dama Blanca” (aunque era verde con guardabarros amarillos), la foto es de aquel rallye pero no de nuestro auto.
Se llamó “La Gran Travesía”, a la caravana de autos Citroën que durante 1 mes (desde el 31 de enero al 27 de febrero de 1972) recorrimos la parte sur de Argentina y Chile. Muchos miles de kilómetros, para lo que contábamos con el apoyo de mecánicos que llevaban piezas de repuesto para resolver los inevitables problemas que provocaron caminos de ripio poco transitados y transitables.
Dormimos en campings, centros sociales y deportivos, hoteles, moteles y donde se podía, incluso dentro de los autos, cuando el cansancio impedía llegar al final de la etapa.
En el trayecto, durante el cruce en el ferry rumbo a la Tierra del Fuego, conocimos a un mochilero, mayor que nosotros, era arquitecto, pero pasaron varios días hasta que nos dijo que lo era.
Nos pidió lo lleváramos y a cambio colaboraría con los gastos de gasolina.
Era el Arq. Felipe Baigun, al que recuerdo con mucho cariño, cuando regresamos me invitó a cenar a su departamento que daba a la avenida 9 de Julio.
Era muy extraño, como que al tocar el timbre frente a lo que se suponía era la puerta de entrada, se abría una a tus espaldas, me explicó que así veía quien era, y sin hacer ruido, no habría, o lo hacía como fue mi caso.
En el último piso de su más que amplio piso, había una especie de mirador, de atalaya, con un espacio rodeado de cristales por donde se veía toda la ciudad incluyendo el cielo.
Me explicó, que su habitación “sin ventanas, era el útero materno, y que el espacio del mirador todo vidriado, era su nacimiento cada día.”
Una de sus obras, en Güemes 4243 junto al Arq. José Levit figura en Moderna Buenos Aires https://www.modernabuenosaires.org/obras/20s-a-70s/edificio-guemes-4243
Durante el viaje vivimos muchas situaciones, recuerdo que en una larguísima recta, mordimos la banquina, y el Citroën volcó parcialmente, quedando de lado, apoyado en el borde de una zanja.
Estábamos muy cansados, para bajar, y tratar de poner el auto, en su posición normal sobre la ruta. Aún ladeados, el cansancio podía con cualquier inconveniente, por lo que decidimos dormir así, inclinados como estábamos, yo al volante, Edgardo en el medio y Felipe contra la otra puerta, resistiendo el peso de nosotros.
Al día siguiente, con la ayuda de alguno de la caravana, volver a poner todo el orden.
Nadie dudaba que el 2 caballos, seguiría rodando, y así fue.
Conocimos las playas de San Antonio Oeste, Las Grutas, Puerto Madryn, Península de Valdez (Isla de los pájaros, los elefantes marinos en Punta Norte y Puerto Pirámides), el Bosque Petrificado en Santa Cruz, La Isla de los Pingüinos en Rio Gallegos, cruzamos el Estrecho de Magallanes, vimos los Canales Fueguinos, recorrimos Tierra del Fuego, también el Lago Argentino con el Ventisquero Moreno (con su masa de 400 km2).
Luego fuimos a Esquel, al Bolsón, en este punto nuestro Citroën tuvo 2 problemas, el primero, su chasis que se había partido y los mecánicos dijeron que no aguantaría el cruce de la Cordillera, y además uno de sus conductores (yo) había perdido todo el dinero que llevábamos, por lo cual recibiendo gasolina y comida de almas piadosas pudimos regresar a Buenos Aires luego de casi 10 días.
En el trayecto de regreso, dormimos en hospitales y casas de buena gente.
Muchas estaciones de servicio, nos regalaron gasolina. Como yo había perdido el dinero, era el encargado “de pasar la gorra”.
Pero la Patagonia tiene de todo, menos estaciones de servicio, y cuando se nos acabó la gasolina, debimos dejar el auto sobre la ruta, ¿Dónde si no?
Baje a ver como crecía el pasto y Edgardo se quedó adentro, pasaron horas, lo que no pasaba eran autos.
El único que pasó, fue un auto que no freno a tiempo, o quizás su conductor estaría distraído y nos chocó desde atrás, el auto dio un salto y se deslizó por el campo. Cuando pudimos volver a ponerlo en la ruta, lo atamos a nuestro amigo chocador que nos remolcó.
El resto de la caravana siguió a Bariloche, cruzó la Cordillera por Puyehue, y en Chile recorrieron Osorno, Valdivia, Concepción, Santiago, Viña del Mar y Valparaíso.
Luego volvieron a cruzar la cordillera a 4000 metros sobre el nivel del mar y vía Mendoza, regresaron a Buenos Aires.
continua en http://onlybook.es/blog/viaje-al-fin-del-mundo-5ta-parte/
Viaje al Fin del Mundo
Tierra del Fuego
1ª parte http://onlybook.es/blog/viaje-al-fin-del-mundo-1a-parte/
2ª parte http://onlybook.es/blog/viaje-al-fin-del-mundo-2a-parte/
3ª parte http://onlybook.es/blog/viaje-al-fin-del-mundo-3a-parte/
4ª parte http://onlybook.es/blog/viaje-al-fin-del-mundo-4a-parte/
5ª parte http://onlybook.es/blog/viaje-al-fin-del-mundo-5ta-parte/
6ª parte http://onlybook.es/blog/viaje-al-fin-del-mundo-5ta-parte-eduardo-vivaldi/
7ª parte http://onlybook.es/blog/viaje-al-fin-del-mundo-7ma-parte-popper/
Maravilla !! Me hizo recordar a mi 13cv buenos aires Paso de los Libres y tantos viajes c distintos modelos, ame y amo ese coche, aunque no se si le queda ese nombre ! Es más mucho más!